Mascarillas a los coches 🇪🇸 (ES)

Mascarillas a los coches: en estos días estamos asistiendo a actuaciones muy drásticas por parte de muchos gobiernos ante la crisis del coronavirus: aislando a parcelas muy significativas de su territorio, suspendiendo eventos internacionales y deportivos de primer plano.

Mascarillas a los coches

Todo esto tiene repercusiones sociales y económicas muy relevantes. Hay un virus, hay personas que mueren: tal vez no queda clara la repercusión que tendrá a nivel de muertes, pero está claro que la salud corre peligro, y la salud es lo primero. De allí que sea prácticamente imposible encontrar mascarillas, en Italia se llegan a vender mascarillas a 5000€. La salud es lo primero, pero …¿Pero ? Pero, es así sólo cuando el peligro para nuestra salud es fácilmente observable y en el corto plazo: un virus y unos muertos en muy poco tiempo.

Sin embargo, hay amenazas para nuestra salud que cuesta ver tan claramente. Piensen que, según advirtió recientemente la ONU en un informe sobre el estado del planeta, una de cada cuatro muertes prematuras y de enfermedades en el mundo están relacionadas con la contaminación y otros daños al medio ambiente causados por el hombre. Se trata de una especie de epidemia mundial, causada por la contaminación atmosférica, los productos químicos que dañan el agua potable y la destrucción acelerada de los ecosistemas vitales para miles de millones de personas. Pese a ello, los gobiernos y los mercados se resisten a «poner mascarillas a los coches a la industria, y a las calefacciones de los pisos», para salvar nuestro planeta. Hacer un esfuerzo importante por algo que es «invisible», invisible pero real, está resultando difícil de asumir.

Mascarillas

Para que las personas puedan concienciarse de la gravedad que reviste el cambio climático, hay que estudiar estrategias de comunicación que permitan visibilizarlo y favorecer un consecuente cambio de actitud. Se trata de un reto en el que la psicología social puede y debe desempeñar un rol de primer plano, para salvar vidas, para salvar nuestro planeta.

Podemos y debemos hacerlo no mañana, hoy. Hacerlo hoy, pues el reloj no se detiene. El momento para actuar y convertir la esperanza en realidad es ahora. Los psicólogos sociales tenemos que asumir nuestras responsabilidades y promover procesos de cambio que pesarán por trabajar en los barrios y con la gente, fomentando su participación y su capacidad de analizar y comprender su realidad. Tenemos y podemos empoderar a la gente e inmunizándola ante la desinformación, ante las falsas noticias, ante la pasividad y hacer de ellos los protagonistas.

Alguien dijo que «mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas pueden cambiar el mundo» , y más con la ayuda de la psicología social.

Carlo De Amicis

Psicólogo en Málaga 644363464

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