Los verdaderos ricos 🇪🇸 (ES)

– Papá, tengo sueño. Pero antes de dormirme háblame de la pobreza, que mi seño quiere que haga una redacción sobre este tema y no se que escribir.

– Sabes Anita, tú me pides que te hable de la pobreza, es un tema muy difícil . Se han escrito muchos libros acerca de la pobreza, pero yo sólo te contaré un cuento. Escucha:

«En un planeta muy lejano, y de cuyo nombre no quiero acordarme, no hace mucho que vino una gran pandemia: moría mucha gente y los países más afectados pidieron ayuda. Con todo, algunos países no pudieron ayudar, porque eran tan pobres que sólo tenían dinero.

Afortunadamente, también había países con corazones ricos de amor y solidaridad, que dieron hasta lo que no tenían, y además con alegría: que suerte aquella.

Cuando acabó la pandemia, los países que más habían sufrido la enfermedad homenajearon sus muertos y los muchos héroes anónimos que, con esfuerzos y sacrificios muy grandes, habían contribuido a detener la pandemia.

Asimismo, pensaron organizar una gran fiesta para celebrar la vuelta a una vida más normal. Sin embargo, se dieron cuenta de que no hubiera sido justo celebrar tal fiesta sin antes haber ayudado a sus hermanos más pobres a salir de la miseria y vivir, por fin, en la misma abundancia que ellos.

Se reunieron, así, para ayudar también a aquellos países que, por ser tan pobres, no habían podido ayudar. Por esta razón, los pueblos de todo el planeta enviaron una gran caravana, con camiones cargados de cariño, de perdón, de amor, de alegría y de solidaridad.

Los pobres lo necesitaban de verdad, para alcanzar la verdadera abundancia.

Celebraron además un gran encuentro de oración, para pedirle a su Dios que ayudara a aquellos tristes pobres a salir de esa miseria tan grande. Oraron, cantaron, agradecieron , perdonaron y bendijeron durante una semana entera.

Nadie sabe si fue su Dios o qué fue lo que pasó, pero la historia cuenta que sus peticiones se cumplieron. De repente, los pueblos pobres vieron que, en lo alto de una gran montaña, se hallaba la mayor cantidad de amor, de alegría y de gratitud nunca vista.

Se pusieron así en marcha, con sus mochilas repletas de dinero, pero esas mochilas pesaban demasiado y, por esa razón, las abandonaron. Lograron por fin subir a lo más alto de la montaña. Todos los demás pueblos subieron con ellos. Allí, se cogieron de la mano y, en corro, cantaron el himno de la alegría. Aquel fue un gran día para el planeta y apareció un gran arcoiris en el cielo, un arcoíris de miles de colores nunca vistos antes.»

– Me parece una historia muy linda, papuchi. Gracias por contármela, yo pensaba que los pobres fueran las personas que tienen poquito dinero pero ahora he aprendido que no es así

– Exacto, mi vida, los pobres son personas a las que sus millones no les bastan, que quieren más y nunca tienen bastante para compartirlo y que piensan que ellos tienen más por ser mejores personas, juzgan a los demás por lo que poseen, por la ropa que se ponen y no saben ver el alma de las personas. Viven para acumular y con el miedo que alguien pueda robarle su supuesto tesoro. Pobrecitos, que mal viven en sus mansiones.

– ¿A estos pobres los vamos a ayudar papi ?

-Por supuesto, porque sin saber el por qué, sufren mucho, también ellos son nuestros hermanos.

-¿Hermanos ?

-Sí, hija, son hermanos sin memoria, pero hermanos. Toda persona que sufre, tenga o no dinero, es un hermano al que tenemos que ayudar, así nos haremos mucho más ricos, ricos y felices.

– Eres un papá diferente a los demás, me enseñas muchas cosas: te quiero mucho.

– Te quiero hijita, duerme.

– Buenas noches papi.

– Buenas noches.