A) No me gusta, hay demasiados pobres entre tanto lujo
B) la Navidad trae esperanza a los pobres, a los hambrientos, a las personas abandonadas
A) No debería haber tanta gente olvidada, sin opciones. Y esto, cuando todos están de comilonas y regalos, no es justo
B) ¡no es justo!
A) ¿y a pesar de eso tú celebras la Navidad ?
B) a pesar de eso no, justamente por eso celebro la Navidad
A) no te entiendo
B) ¿no fue acaso en un pesebre donde fue a nacer el niño ? En un pesebre nació y en una cruz murió.
A) que injusto fue
B) vino por los pobres y se hizo pobre y los pobres lo amaron. Solo los pastores se dieron cuenta: los pastores y unos hombres sabios que supieron interpretar las señales del tiempo.
A) pero la gente no entendió y sigue con su vida
B) muchos siguen con su vida ¿tú que piensas hacer?
A) los pobres me necesitan y me tienen lo sabes, pero me da rabia esta Navidad consumista.
B) hay otra Navidad que podemos celebrar, sin comilonas, sin grandes regalos. La Navidad del amor. ¿Te apuntas?
A) claro, lo sabes
B) Este de hoy es un día que me recuerda que soy amor, que sólo amando soy feliz, amando, compartiendo, escuchando. Es un día para mi, que me ayuda a recordarme quien soy yo. Un día para los que nos sentimos pobres, frágiles pequeños. El mundo nos pertenece, se hizo para los pequeños, para las personas humildes, para los que saben reconocer sus errores y el daño ocasionado a otras personas, los que saben que demasiadas veces han fallado a quien confiaba en ellos. Me siento feliz porque ese niño es amor, amor puro que desde la fragilidad derrota a los poderosos y rescata a los derrotados. Feliz Navidad y que el amor te acompañe
A) feliz Navidad y abrazame
B) abrazamosnos, pero antes quiero hacerte un regalo
A) ¿que regalo ?
B) una oración que nos enseñó San Francisco de Asís, escucha
«Señor, haz de mí un instrumento de tu paz!
Que allí donde haya odio, ponga yo amor;
donde haya ofensa, ponga yo perdón;
donde haya discordia, ponga yo unión;
donde haya error, ponga yo verdad;
donde haya duda, ponga yo fe;
donde haya desesperación, ponga yo esperanza;
donde haya tinieblas, ponga yo luz;
donde haya tristeza, ponga yo alegría.
¡Oh, Maestro!, que no busque yo tanto
ser consolado como consolar;
ser comprendido, como comprender;
ser amado, como amar.
Porque dando es como se recibe;
olvidando, como se encuentra;
perdonando, como se es perdonado;
muriendo, como se resucita a la vida eterna.»
A) linda oración, gracias por el regalo
B) gracias a ti por estar en mi vida. Y feliz Navidad.