Ser o no ser: vivimos en un mundo de apariencias. Las personas compiten entre ellas esforzándose de proyectar una imagen positiva de sí mismas.
Parece que la caja sea más valiosa que el regalo que contiene.
Déjame que te haga una pregunta: ¿estás dispuesto a sacrificarte para triunfar en la vida?
A nuestros jóvenes intentamos inculcarles la importancia del esfuerzo y del sacrificio para llegar a ser alguien.
No lo hagas por favor, lo que realmente importa en la vida no es triunfar sino ser felices, no se trata de llegar a ser alguien, sino de aprender a ser nosotros mismos, a SER.
Descubre quien eres y convierte en la mejor versión de ti mismo y nunca te vas a arrepentir.
Cuando renunciamos a ser nosotros mismos por gustar, por ser populares, por sentirnos admirados, hacemos como ese hombre que va a una sastrería de las que hacen trajes en una hora para que le hagan un traje.
Le toman las medidas y vuelve al rato a por el traje:
– Oiga, que esta manga me queda larga.
– Pues alargue ese brazo, ¡hombre! -dice el sastre.
– Hey, que la pierna derecha me queda corta.
– Pues ¡encòjala!
Y así sale de la sastrería: con una pierna encogida y el brazo alargado, renqueando, y en esto que lo ve otro y dice:
– Joder, que tío más mal hecho y lo bien que le sienta el traje.
Así que te ruego amigo que sea tú mismo. Conocerse a sí mismos es un trabajo largo y que requiere mucha dedicación y paciencia. Pero merece la pena, tal vez descubras que lo que llena tu corazón de gozo y alegría no es lo caro (lo que necesita mucho dinero para ser comprado) sino lo valioso (lo que ni todo el dinero del mundo te puede dar y que cuando lo pierdes produce en tu corazón una profunda añoranza).
Cuando encuentres tu camino, no te apartes de el. Aunque no te sientas apoyado por nadie, si realmente es tu camino, sigue adelante.
Deja que te cuente una historia:
«Un maestro zen vio a un escorpión ahogandose y decidió sacarlo del agua. Cuando lo hizo, el escorpión lo picó. Debido dolor, el maestro soltó al animal que nuevamente cayó al agua a punto de ahogarse. El Maestro intentó sacarlo nuevamente y el animal lo volvió a picar. Un joven discípulo que estaba allí se le acercó y le dijo: «Disculpe maestro, pero ¿por qué continúa? ¿No se da cuenta que cada vez que intenta sacarlo del agua le pica? «. El maestro respondió: «La naturaleza del escorpión es picar y esto no cambiará la mía, lo que es de ayudar». Luego, con la ayuda de una hoja, sacó el escorpión del agua y le salvó la vida, a continuación se volvió hacia su joven discípulo diciendo: “No cambies tu naturaleza: si alguien te lastima, toma solo precauciones, ya que los hombres casi siempre son desagradecidos por mucho beneficio que les puedas hacer. Pero esta no es una razón para dejar de hacer el bien, para abandonar el amor que vive en ti. Algunos persiguen la felicidad, otros la crean. Preocúpate más por tu conciencia que por tu reputación. Porque tu conciencia es lo que eres y tu reputación es lo que otros piensan de ti. Cuando la vida te presente mil razones para llorar, demuéstrale que tienes mil razones para sonreír
Esta es mi naturaleza, este es mi camino así que no me sigas, por favor, ni a mí ni a nadie más.
El mundo tiene un camino para cada persona y si caminamos por el camino de otro nunca llegaremos a la felicidad ni caminaremos con alegría.
Y si a lo largo del camino pierdes tu alegría, si pierdes la capacidad de amar y de sentir, lo más seguro es que has estraviado el camino.
Desviada del camino durante un tiempo……. volví a encontrar MI CAMINO y me siento feliz por ello. Gracias al guía que me ayudó a volver a orientarme…….Gracias Carlo.
Agradecida por ello.
Desviada del camino durante un tiempo……. volví a encontrar MI CAMINO y me siento feliz por ello. Gracias al guía que me ayudó a volver a orientarme…….Gracias Carlo.
Agradecida por ello.
Gracias a tí Ana