Jornada de prevención del suicidio: acabo de recibir información de una importante Jornada de PREVENCIÓN DEL SUICIDIO que la Escuela Andaluza de Salud Pública organiza (EASP) en Granada para el día 20 de Marzo de 2020.
Me parece un evento muy importante, y por esta razón quiero difundirlo entre las personas que siguen este blog.
No cabe la menor duda de que cuando hablamos de suicidio hablamos de un gran drama: a nivel social, familiar y personal.
A nivel social, el suicidio es un drama: se calcula que a nivel mundial son más de 800.000 las personas que se quitan la vida cada año.
Entre los fenómenos que se vinculan con el suicidio encontramos los siguientes:
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Los trastornos mentales (en particular los trastornos relacionados con la depresión y el consumo de alcohol)
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Los momentos de crisis que menoscaban la capacidad para afrontar las tensiones de la vida, (problemas financieros, rupturas de relaciones o los dolores y enfermedades crónicos).
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Las experiencias relacionadas con conflictos, desastres, violencia, abusos, pérdidas y sensación de aislamiento
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Pertenecer a grupos vulnerables objeto de discriminación, (refugiados y migrantes; comunidades indígenas; personas lesbianas, homosexuales, bisexuales, transexuales, intersexuales; población reclusa.
Si analizamos la realidad española, tenemos que destacar que:
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En España en el año 2016, se registraron un total de 3.569 suicidios: 2.662 dé ellos fueron hombres y 907 mujeres, con una evidente diferencia entre los dos géneros.
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En nuestro país es entre las personas mayores de 50 años donde más muertes por suicidio
A nivel familiar también representa un drama: los estudios coinciden en que el duelo más traumático, doloroso y desequilibrante es el que sigue a un suicidio.
“La persona que se suicida, deposita todos sus secretos en el corazón del sobreviviente, le condena a afrontar multitud de sentimientos negativos y, aún peor, a obsesionarse con pensamientos relacionados con su papel real o posible a la hora de haber precipitado el acto suicida o de haber fracasado en evitarlo”. ( Cain 1972)
Si las muertes violentas, son las más difíciles de aceptar, esto es doblememte cierto en el caso de un suicidio,
Las consecuencias del suicidio para la familia son devastadoras . Entre las expresiones más destacadas, señalamos:
Tristeza y rabia
Sentimiento de culpabilidad
Fracaso de rol
Miedo
Sentimientos de traición y abandono
Preguntas para las que no hay respuestas
El estigma
Pensamiento distorsionado («No fue un suicidio, sino una muerte accidental..»)