Montañas de la luna: Dolomitas, los montes pálidos: Las Vegas, 27 de noviembre de 2019,
Acabo de almorzar un improvisado risotto con tomate y no me ha salido nada mal.
Lo que echo en falta es un buen café expreso italiano. Vistas las circunstancias hasta me conformaría con una «relaxing cup de café con leche», pero un café americano es un auténtico sacrilegio por un buen italiano muy cafetero.
Será que eso me provoca una poca de nostalgia para mi tierra, será que más de una persona me ha dicho que le gustó la leyenda de la Enrosadira, el hecho es que les quiero contar hoy otra leyenda dolomítica sobre las Montañas de la luna.
Las montañas de la luna
Ayer les conté de que a las Dolomitas se les suele llamar montes pálidos.
Efectivamente tienen un color mucho más claro que el dé las restantes montañas de los Alpes. Lo que no todos saben es que no siempre fue así. En una época muy remota aquellas montañas tenian el mismo color oscuro que los demás Alpes.
Nen aquellas montañas vivía un príncipe, locamente enamorado de una chica a la que había conocido en un sueño.
Gracias a la ayuda de los viejos sabios, los dos se conocieron y se casaron, por lo que la princesa de la Luna se mudó a la Tierra, junto con su amada.
Todo parecía ir bien, pero un triste destino condenó a los dos jóvenes a vivir separados para siempre. El príncipe no podía vivir en la luna debido a su intensa luz que lo habría dejado ciego. La princesa, por otro lado, no podía soportar el color oscuro de las montañas y la sombra del bosque que le causaba una melancolía infinita, tan profunda que la enfermaba.
La princesa de la luna, para no morir, regresó a su casa. Ambos vivían en la nostalgia del otro sin poder encontrar una solución para permanecer juntos. Un día, deambulando por el bosque, el príncipe se encontró con el rey de Salvani, un pueblo de simpáticos gnomos que buscaban una tierra para vivir. El pequeño rey, habiendo escuchado el triste destino del príncipe y su bella novia, le propuso un pacto: los salvanio habrían hecho brillar las montañas de su reino, a cambio de poder vivir en serenidad en los bosques circundantes.
Así fue que los gnomos trabajaron toda una noche de luna llena para hacer girar los rayos de la Luna en grandes bolas y tejer un delicado manto con el que cubrir las montañas. Los Dolomitas comenzaron a brillar por la noche gracias a los rayos plateados de la Luna y la princesa pudo regresar a la Tierra para vivir junto a su esposo, protegida por los reflejos de las Montañas Pálidas ” Montañas de la luna.
Queda así desvelado el secreto, pero shhhhh no se lo cuenten a nadie, el rey de los Salvani quiere que esto quede un secreto entre ustedes y yo.
Después del 15 de julio y antes del 15 de agosto espero regresar a las Montañas de la luna durante una semana para saludar a mis amigos Salvani, haciendo trekking y durmiendo en tienda de campaña. Es la mejor época para ello puesto que es el periodo en el que el riesgo de precipitaciones disminuye, y es sabido que a los Salvani no le gusta mojarse. Si crees en la magia y te gustaría hablar con los Salvani quizás te interese acompañarme, no sería la primera vez que algún grupo de amigos viene conmigo a mis montes.
Claro queda que estos secretos sólo se los podemos contar a quien cree en la magia. A los demás les diremos que ese color claro característico, casi hielo, caracteriza a la mayoría de los Dolomitas en Trentino se debe a la composición particular de la roca, la Dolomia, que los Salvani no existen, que nunca pronunciaste esa palabra, que a lo mejor me escuchaste decir Salvarani (unas famosas cocinas italianas).
1 thought on “Montañas de la luna 🇪🇸”