El miedo : una de las emociones básicas, una emoción que nos avisa de un posible peligro. Es una emoción muy intensa y desagradable que condiciona nuestras decisiones, nuestras vidas. Una de las principales razones por la que las personas acuden a mi consulta es porque el miedo ha tomado el control sobre su vida. Por esta razón ellas evitan experiencias que, sin embargo, son importantes para vivir. Les dan miedo un miedo tan intenso que les impide llevar una vida serena.
«Quiero dejar de tener miedo – me dicen – así no puedo seguir viviendo»
«Entiendo que vivir así tiene que ser desagradable – les contesto -. Si el miedo decide por ti ya no eres una persona realmente libre. Entiendo también que no quieres realmente eliminar de tu vida toda clase de miedo. Si lo hiciéramos te convertirías en una kamikaze. Entiendo que lo que realmente quieres es tomar tú las riendas de tu vida, dejar de experimentar miedos inmotivados, miedos que no tienen razón de existir y que están condicionando tu vida».
En otras palabras, de esos se trata, de aprender a utilizar adecuadamente esta emoción tan importante. Adaptando una famosa cita de Aristóteles podemos afirmar «Cualquiera puede ASUSTARSE eso es algo muy sencillo. Pero ASUSTARSE EN EL CONTEXTO ADECUADO , en el grado exacto, en el momento oportuno, con el propósito justo y del modo correcto, eso, ciertamente, no resulta tan sencillo»la educación emocional sigue siendo la asignatura pendiente de nuestra sociedad. Acertó Daniel Golemán cuando acuñó el termino «secuestro por la amígdala» para hacer referencia a una explosión emocional que sobrepasa los límites emocionales habituales en el individuo. Efectivamente, cuando una persona está ala merced de secuestro emocional o secuestro amigdalar puede llegar a hacer cosas que no haría normalmente, y de las que probablemente se arrepienta cuando recupere la calma. La emoción le ciega y el pensamiento racional parece quedar totalmente desplazado, «secuestrado».
Una de las funciones más importantes que, desempeñamos los profesionales de la psicología es, en mi opinión, proporcionarles a nuestros clientes las herramientas para desenvolverse en el laberinto de las emociones, para que sean ellos mismos de forma consciente los que toman las decisiones y no sus emociones.
Un buen psicólogo no será el que nos ayude a dejar de sentir miedos, sino aquel que nos enseñe como utilizar esta emoción básica tan importante para nuestra supervivencia, ajustando nuestra conducta a la real naturaleza de cada circunstancia, para que podamos, por ejemplo, huir ante un león hambriento y no ante un auditorio expectante.
De eso se trata entonces, no de vivir si miedo sino de vivir con el miedo adecuado: pero las letras de la canción de Rosana, no la toquen por favor, es una canción perfecta de de una cantante que admiro.
Me he sentido muy bien al leer esto.Gracias por darnos la oportunidad de reflexionar
Gracias Toñi